El abuso es como cuando alguien sigue rompiendo tu juguete favorito a propósito, incluso cuando le dices que se detenga. No se trata solo del juguete, sino de cómo te hace sentir triste y herido por dentro. El abuso también puede ocurrir con palabras, como si alguien te llamara nombres feos una y otra vez. Es como si una nube de lluvia te siguiera, haciendo que todo se sienta sombrío.
A veces, el abuso es como un gran matón que te empuja y no te deja jugar los juegos que te gustan. Se siente injusto y te hace sentir pequeño y asustado. Al igual que una planta necesita sol y agua para crecer, las personas necesitan amabilidad y cuidado para sentirse felices y seguras. El abuso es lo opuesto a eso.
Imagina si alguien sigue tomando tus crayones y garabatea sobre tus dibujos. No se trata solo de los crayones o los dibujos, sino de cómo te hace sentir que tus cosas especiales no importan. El abuso es cuando alguien no respeta tus sentimientos o tus cosas, y es importante decirle a un adulto para que puedan ayudar a detenerlo.