Cuando piensas en la palabra abundante, imagínalo como tener muchísimo de algo. Imagina un gran tazón lleno de caramelos de colores que nunca parece acabarse, sin importar cuántos comas. Eso es lo que significa abundante—hay tanto que puedes compartir con tus amigos y aún así tener mucho más.
Otra manera de pensar en abundante es como un jardín lleno de flores. Las flores están por todas partes, y puedes verlas en todos los colores que puedas imaginar. Hay tantas flores que puedes recoger un ramo, y todavía quedarán muchas para disfrutar. Abundante es tener más que suficiente, como el jardín que sigue floreciendo una y otra vez.
Piensa en una gran biblioteca con estantes llenos de libros. Podrías leer una nueva historia cada día, y todavía habría muchos libros esperándote. Eso es lo que es abundante—tener tanto que puedes seguir disfrutándolo una y otra vez. Es una sensación feliz saber que siempre hay más por explorar.